¿Qué es el "Cartel del Cambio Climático"?

El término "Cartel del Cambio Climático" es una expresión popular en círculos escépticos y críticos con las políticas ambientales, que se usa para describir lo que perciben como una red interesada de gobiernos, ONGs, burócratas, científicos financiados por subvenciones y empresas "verdes" que lucran con el alarmismo climático. No es un cartel formal como el de los cárteles de drogas, sino una metáfora para denunciar supuestos intereses ocultos: miles de millones en fondos públicos que se destinan a proyectos de "transición ecológica" (renovables, eficiencia energética, regulaciones), mientras se ignoran problemas inmediatos como la pobreza o la desigualdad. Críticos como el usuario
@DeusVul94229466
en X lo llaman "industria de chupópteros y expertos que viven del cuento climático", y lo vinculan a una "chorrada" que distrae de la realidad económica. En foros como X, se repite en posts sobre "subvenciones opacas" o "negocio verde" que beneficia a élites globales (e.g., Davos o la UE), no al ciudadano medio.
El argumento central: el cambio climático es real (ciclos naturales + impacto humano), pero se exagera para justificar un "negocio" de 7 billones de dólares anuales en subvenciones globales a fósiles y "verdes", de los que España aporta 10.500 millones solo en fósiles. En España, esto se ve en la Agenda 2030 y el Plan de Recuperación (PRTR), que priorizan lo "verde" sobre lo social.¿Se han "tirado" 28.000 millones de euros en "chorradas climáticas"?La cifra de 28.000 millones parece una aproximación o redondeo de datos reales, pero no exacta. En 2023, el Gobierno español destinó 33.271 millones de euros (30% del gasto presupuestario computable) a medidas contra el cambio climático, según la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Para 2024, un estudio de Greenpeace analiza 27.100 millones en subvenciones (1,7% del PIB), de las cuales 23.330 millones (86%) se clasifican como "dañinas o parcialmente dañinas" para el medio ambiente (e.g., subsidios a combustibles fósiles, agricultura intensiva o transporte contaminante). Esto incluye:
  • Agricultura: 12.805 millones (47%), con mucho en prácticas no sostenibles.
  • Transporte: 10.293 millones (38%), priorizando carreteras sobre ferrocarriles.
  • Vivienda/energía: 3.998 millones (15%), pero con IVA reducido a electricidad que beneficia más a grandes consumidores.
Solo el 14% (unos 3.800 millones) va a proyectos "verdes" puros (renovables, eficiencia). Críticos lo ven como "tirados" porque, en lugar de reducir emisiones, financian ineficiencias: España emitió 55 Gt CO2e en 2023 (récord global), y el gasto "verde" no ha evitado catástrofes como la DANA de 2024 (9.500 millones en daños). En 45 años, el cambio climático ha costado a España 95.000 millones en pérdidas, y se prevé 2,9 billones para adaptarse hasta 2050.
Categoría de Gasto (2024)
Monto (millones €)
% Dañino/Parcialmente Dañino
Ejemplos
Agricultura
12.805
86%
Subvenciones a fertilizantes fósiles
Transporte
10.293
90%
Ayudas a combustibles para camiones
Vivienda/Energía
3.998
75%
IVA reducido a electricidad (beneficia industrias)
Total
27.100
86% (23.330)
Solo 14% "verde" real
Fuente: Estudio Greenpeace 2024. El PRTR añade 25.000 millones en eficiencia energética y 15.000 en movilidad sostenible, pero críticos dicen que crea "burocracia" sin impacto real.¿Mientras miles de españoles no llegan a fin de mes?Sí, hay un contraste brutal. En 2024, la pobreza energética afecta al 20% de hogares (duplica la media UE), con 3,6 millones de hogares (9 millones de personas) incapaces de mantener temperaturas adecuadas (18-22°C en invierno). Indicadores clave:
  • 17% de hogares (3,3 millones) gastan >2x la mediana en energía.
  • 20,7% no calientan la casa en invierno (empeoró x2,5 desde 2019).
  • Pobreza severa: 4,1 millones viven con <644€/mes por unidad de consumo; afecta más a mujeres (68%), monoparentales (14,4%) y familias numerosas (15,3%).
La Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética (2019-2024) solo aplicó el 21% de sus medidas, fallando en reducir un 25% los indicadores. El bono social ayuda (reduce brecha de 150€ a 72€), pero deja fuera a 1 millón de hogares vulnerables. Críticos argumentan que el "gasto verde" (e.g., placas solares en rurales) sube precios energéticos y expropia tierras, agravando la desigualdad.En X, usuarios como
@crismartinj
lo llaman "desertificación interna" por placas solares que benefician a élites, no a pueblos. Otro post denuncia 10 millones en programas verdes opacos para Latinoamérica, como Arauclima, que financian ONGs sin transparencia.
La "industria de chupópteros": ¿Corrupción o negocio legítimo?El "cartel" se critica por:
  • Subvenciones a fósiles: España da 10.500 millones anuales a petróleo/gas, financiando el problema que dicen combatir.
  • Burocracia: Programas como el PRTR crean empleos "verdes" (expertos, consultores), pero con poco impacto: emisiones suben pese a 33.000 millones invertidos.
  • Influencia global: UE y ONGs como Greenpeace reciben fondos para "presionar", pero el 86% de subvenciones españolas son "marrones" (dañinas).
Defensores (e.g., Rebelión Científica) dicen que es inversión necesaria: cada € en prevención ahorra 5-7€ en daños. Pero en X, posts como el de
@EstadoNoGracias
llaman a "cesar el delirio globalista" de renovables "antieconómicas e inestables".
En resumen, hay sustancia en la crítica: mucho gasto "climático" es ineficiente o contraproducente, y choca con la pobreza real (20% en energía). No es un "cuento" total —el clima cuesta vidas y billones—, pero sí un sector opaco que beneficia a pocos. ¿Solución? Auditorías independientes y priorizar social sobre "verde" ideológico.

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